La historia de la Iglesia Presbiteriana San Marcos, comienza en el año 1987, cuando el Pastor Daniel Pinckney y su esposa Iara llegaron al Ecuador, después de haber residido en Costa Rica por aproximadamente 7 meses para aprender el idioma Español. Los esposos Pinckney se radicaron en la ciudad de Quito y asistieron inicialmente a la Iglesia Luz del Valle, la que posteriormente cambiaría su nombre a Iglesia Presbiteriana Fuente de Vida.
En el año de 1988, los esposos Pinckney salieron de la Iglesia Fuente de Vida, para iniciar una nueva obra, para lo cual iniciaron un estudio bíblico en su casa junto a cuatro parejas de esposos, entre ellos Zoyla y Jorge Espinoza, quien sería ordenado como diácono unos años más tarde. El grupo creció hasta bordear las 50 personas al finalizar el año, habiéndose sumado hermanos como Michio Osaki, músico misionero de HCJB, quien junto a hermanos como José Terranova, Gabriel y Leopoldo Espinoza eran los encargados de llevar adelante la alabanza en las reuniones. A pesar del prometedor arranque, ese número cayó a inicios de 1989 a 25, por lo que se vio la necesidad de buscar un lugar para tener las reuniones de una manera más formal.
El domingo 5 de marzo de 1989, la Iglesia San Marcos arrancó sus reuniones en uno de los salones del Hotel Vista Real, ubicado en el barrio Quito Tennis, con aproximadamente 45 asistentes. A finales del mismo mes tuvo lugar el primer evento evangelístico, que fue una cena conferencia dirigida a matrimonios, con una asistencia de 250 personas, de las cuales 102 personas recibieron al Señor Jesucristo como su Salvador, aquella noche. Daniel Pinckney visitó a cada una de esas personas y les obsequió una Biblia para su lectura y estudio.
Ya en el año de 1990, el pastor David Hormachea fue invitado a formar parte de la Iglesia San Marcos, y por dos años colaboró activamente con la predicación de la Palabra. La Iglesia alcanzó ya los 230 asistentes para abril y todo parecía florecer. La Iglesia firmó el contrato de compra venta del terreno de 2.000 metros cuadrados en el que luego se construiría el templo. Sin embargo, las dificultades se presentaron cuando el primer domingo de mayo, el Culto no pudo realizarse en el salón acostumbrado del Hotel Vista Real, debido a una huelga de sus trabajadores, por lo que los hermanos se congregaron en el Parque Suecia, recordando con mucho cariño y emoción como entonaron el Salmo 121, lo cual conmovió a propios y extraños, dando testimonio de que la confianza de la Iglesia descansaba únicamente en el Señor.
La Iglesia tuvo que reubicarse, esta vez en la capilla de la Academia Alianza, para tener los cultos dominicales hasta mayo de 1991. En el mes de diciembre de 1990 el misionero Roger Smalling dictó por primera vez el curso “Sí Jesús”.
Posteriormente, la Iglesia se reunió en salón Larson de HCJB y también en el local del Colegio Anderson hasta noviembre de 1993. En marzo de ese año se había dado inicio a la construcción del templo para la Iglesia, cuya primera etapa terminó a finales del año, permitiendo la celebración del primer culto en el local, el 3 de diciembre de 1993.
El año 1993 también marcó la nominación de los primeros candidatos a ancianos de la iglesia, entre ellos hermanos como Eckehart Wolff, Emiliano Donoso y Richard Aguilar, quienes más adelante serían ordenados. A este grupo se sumaron otros hermanos que también serían ordenados en el año 1995, entre ellos, Edmundo Serrano, Iván Ayala y Alfredo Grijalva. Dichos hermanos conformaron el primer Consistorio de la Iglesia.
En el año 1996 la Iglesia impulsó la iniciativa misionera de llevar la Palabra de Dios a la localidad de Mondayacu, ubicada 20 kilómetros antes del Tena, en la provincia del Napo. El grupo de jóvenes dirigido por el Pbro. Eckehart Wolff y otros hermanos de la Iglesia visitaron la zona, enfrentando mucha resistencia, principalmente del shamán del lugar. A pesar de las dificultades, durante los años venideros, los jóvenes destinaron sus feriados a visitar Mondayacu y construir la casa en la que se alojaban, así como el templo para la iglesia que se congregaba en la zona, todo esto en un terreno que fue adquirido para esos fines.
Una vez que los esposos Pinckney salieron de regreso a los Estados Unidos, la Iglesia siguió adelante, liderada por el Consistorio y apoyada por el Cuerpo diaconal, siempre fiel a la doctrina reformada y perseverando en la enseñanza del Evangelio de Cristo.
En los años venideros la construcción del templo avanzó en las etapas restantes, teniendo su mayor cumplimiento durante la crisis económica y feriado bancario de finales del año 1999, en donde se observó la fidelidad de Dios, quien proveyó por medio de la congregación para que la construcción avance.
La congregación se mantuvo relativamente estable durante muchos años, experimentando incrementos y reducciones por diversas razones, pero Dios siempre sostuvo a su Iglesia, en medio incluso de la convulsión social, en medio de paros y huelgas, que tenían como su principal escenario la ciudad de Quito.
En los últimos años, la pandemia que azotó a la humanidad y todas sus consecuencias, no dejaron por fuera a la iglesia universal del Señor Jesús, y San Marcos no fue la excepción, sin embargo, Él es fiel y misericordioso y ha permitido que la Iglesia se mantenga y salga adelante aún en circunstancias tan adversas.
En la actualidad y con un liderazgo renovado, la Iglesia Presbiteriana San Marcos descansa en el Señor Jesús y su voluntad perfecta, con la mirada puesta en cumplir con el propósito.
La predicación de la sana doctrina, el discipulado y el cuidado de la familia son los ejes fundamentales del servicio para la gloria de Dios.
La historia de la Iglesia Presbiteriana San Marcos, comienza en el año 1987, cuando el Pastor Daniel Pinckney y su esposa Iara llegaron al Ecuador, después de haber residido en Costa Rica por aproximadamente 7 meses para aprender el idioma Español. Los esposos Pinckney se radicaron en la ciudad de Quito y asistieron inicialmente a la Iglesia Luz del Valle, la que posteriormente cambiaría su nombre a Iglesia Presbiteriana Fuente de Vida.
En el año de 1988, los esposos Pinckney salieron de la Iglesia Fuente de Vida, para iniciar una nueva obra, para lo cual iniciaron un estudio bíblico en su casa junto a cuatro parejas de esposos, entre ellos Zoyla y Jorge Espinoza, quien sería ordenado como diácono unos años más tarde. El grupo creció hasta bordear las 50 personas al finalizar el año, habiéndose sumado hermanos como Michio Osaki, músico misionero de HCJB, quien junto a hermanos como José Terranova, Gabriel y Leopoldo Espinoza eran los encargados de llevar adelante la alabanza en las reuniones. A pesar del prometedor arranque, ese número cayó a inicios de 1989 a 25, por lo que se vio la necesidad de buscar un lugar para tener las reuniones de una manera más formal.
El domingo 5 de marzo de 1989, la Iglesia San Marcos arrancó sus reuniones en uno de los salones del Hotel Vista Real, ubicado en el barrio Quito Tennis, con aproximadamente 45 asistentes. A finales del mismo mes tuvo lugar el primer evento evangelístico, que fue una cena conferencia dirigida a matrimonios, con una asistencia de 250 personas, de las cuales 102 personas recibieron al Señor Jesucristo como su Salvador, aquella noche. Daniel Pinckney visitó a cada una de esas personas y les obsequió una Biblia para su lectura y estudio.
Ya en el año de 1990, el pastor David Hormachea fue invitado a formar parte de la Iglesia San Marcos, y por dos años colaboró activamente con la predicación de la Palabra. La Iglesia alcanzó ya los 230 asistentes para abril y todo parecía florecer. La Iglesia firmó el contrato de compra venta del terreno de 2.000 metros cuadrados en el que luego se construiría el templo. Sin embargo, las dificultades se presentaron cuando el primer domingo de mayo, el Culto no pudo realizarse en el salón acostumbrado del Hotel Vista Real, debido a una huelga de sus trabajadores, por lo que los hermanos se congregaron en el Parque Suecia, recordando con mucho cariño y emoción como entonaron el Salmo 121, lo cual conmovió a propios y extraños, dando testimonio de que la confianza de la Iglesia descansaba únicamente en el Señor.
La Iglesia tuvo que reubicarse, esta vez en la capilla de la Academia Alianza, para tener los cultos dominicales hasta mayo de 1991. En el mes de diciembre de 1990 el misionero Roger Smalling dictó por primera vez el curso “Sí Jesús”.
Posteriormente, la Iglesia se reunió en salón Larson de HCJB y también en el local del Colegio Anderson hasta noviembre de 1993. En marzo de ese año se había dado inicio a la construcción del templo para la Iglesia, cuya primera etapa terminó a finales del año, permitiendo la celebración del primer culto en el local, el 3 de diciembre de 1993.
El año 1993 también marcó la nominación de los primeros candidatos a ancianos de la iglesia, entre ellos hermanos como Eckehart Wolff, Emiliano Donoso y Richard Aguilar, quienes más adelante serían ordenados. A este grupo se sumaron otros hermanos que también serían ordenados en el año 1995, entre ellos, Edmundo Serrano, Iván Ayala y Alfredo Grijalva. Dichos hermanos conformaron el primer Consistorio de la Iglesia.
En el año 1996 la Iglesia impulsó la iniciativa misionera de llevar la Palabra de Dios a la localidad de Mondayacu, ubicada 20 kilómetros antes del Tena, en la provincia del Napo. El grupo de jóvenes dirigido por el Pbro. Eckehart Wolff y otros hermanos de la Iglesia visitaron la zona, enfrentando mucha resistencia, principalmente del shamán del lugar. A pesar de las dificultades, durante los años venideros, los jóvenes destinaron sus feriados a visitar Mondayacu y construir la casa en la que se alojaban, así como el templo para la iglesia que se congregaba en la zona, todo esto en un terreno que fue adquirido para esos fines.
Una vez que los esposos Pinckney salieron de regreso a los Estados Unidos, la Iglesia siguió adelante, liderada por el Consistorio y apoyada por el Cuerpo diaconal, siempre fiel a la doctrina reformada y perseverando en la enseñanza del Evangelio de Cristo.
En los años venideros la construcción del templo avanzó en las etapas restantes, teniendo su mayor cumplimiento durante la crisis económica y feriado bancario de finales del año 1999, en donde se observó la fidelidad de Dios, quien proveyó por medio de la congregación para que la construcción avance.
La congregación se mantuvo relativamente estable durante muchos años, experimentando incrementos y reducciones por diversas razones, pero Dios siempre sostuvo a su Iglesia, en medio incluso de la convulsión social, en medio de paros y huelgas, que tenían como su principal escenario la ciudad de Quito.
En los últimos años, la pandemia que azotó a la humanidad y todas sus consecuencias, no dejaron por fuera a la iglesia universal del Señor Jesús, y San Marcos no fue la excepción, sin embargo, Él es fiel y misericordioso y ha permitido que la Iglesia se mantenga y salga adelante aún en circunstancias tan adversas.
En la actualidad y con un liderazgo renovado, la Iglesia Presbiteriana San Marcos descansa en el Señor Jesús y su voluntad perfecta, con la mirada puesta en cumplir con el propósito.
La predicación de la sana doctrina, el discipulado y el cuidado de la familia son los ejes fundamentales del servicio para la gloria de Dios.